Uno de los
conflictos persistentes en Colombia ha sido la lucha entre los mineros de oro
“artesanales” y el gobierno colombiano y sus aliados en las grandes empresas
mineras que operan en el país.
Durante mucho tiempo, los mineros artesanales
operaban en la sombra que los conflictos armados de alta prioridad generaban en
el país. Sin embargo, cuando el precio de oro subió rápidamente durante los
últimos diez años, la minería de oro informal también se creció.
La minería
artesanal es muy controversial por las tremendo daño que ella puede hacer sobre
el medio ambiento si esta práctica no está controlada por buenas leyes. De
todas maneras, el simple hecho de declarar estas actividades “ilegales” no
resuelve el problema. Organizaciones de solidaridad están trabando para organizar y formalizar los mineros de pequeña escala en
Colombia. Esperamos que estas nuevas cooperativas mineras den una voz a los
mineros en el diseño de nuevas políticas mineras.
No todas
las noticias sobre la minería artesanal son buenas. Individuales siguen subvirtiendo las regulaciones medio ambientales
que se han creado, contaminando ríos, aguas subterráneas, y la suela.
Las autoridades colombianas están haciendo todo lo posible para impedirlos,
pero el motivo de la renta está fuerte.
Nosotros
creemos que el problema de fondo es uno de comunicación: el gobierno no les
está involucrando a las comunidades de mineros artesanales en la conversación
sobre la política estatal de minería, y no les provee los recursos necesarios
para continuar con sus actividades de minería en una manera que sea menor
destructiva al medio ambiente.
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