Demostrando
que no les importa ni el medio ambiente ni el pueblo colombiano, ayer las FARC siguieron
con sus ataques contra la infraestructura petrolera colombiana. Las FARC
atentaron un tramo del oleoducto Transandino en el sur del departamento de
Putumayo antes de la madrugada, dañando dos casas. Afortunadamente, muy poco
petróleo se derramó porque ya se había cerrado el oleoducto para arreglos a los
daños hechos por las FARC la semana pasada.
El
gobierno colombiano llamó el derrame que hizo las FARC la semana pasada de
pronto el peor desastre ambiental en toda la historia del país. Aunque las FARC
reconocieron que el daño ambiental es un efecto “no deseado” de su guerra
contra el estado colombiano, dijeron
que “No hay mejor daño al medioambiente que la ‘ecocida’ perpetuada por las
políticas económicas de este gobierno que las FARC combaten cada día.”
El gobernador
del Putumayo, Jimmy Díaz Burbano, salió a la radio suplicándoles a las FARC
abandonar sus ataques. Dijo, “Por favor no más señores de las Farc.”
La
Asociación Nacional de Empresarios de Colombia también le exigió
a las FARC concentrarse en las negociaciones en la Habana en vez de los atentados
petroleros. Dijo en un comunicado de prensa, “La voluntad de paz debe ir más
allá de las simples palabras y pronunciamientos, para convertirse en verdaderos
actos de reconciliación.” Agregó que los ataques son “contrarias a los gestos
de paz tan necesarios para la construcción de una salida política al
conflicto”, y “no solo golpean de manera negativa la vida cotidiana de cientos
de miles de compatriotas, sino que además dificultan y ensombrecen el
desarrollo de nuestra nación.”
