Las
autoridades colombiana anunciaron
que este domingo las FARC otra vez atentaron la infraestructura petrolera
colombiana. Esta vez el atentado ocurrió en Palmera, ubicado en el departamento
de Norte de Santander. Aunque el atentado no resultó en ningunos heridos,
destruyó una estructura que almacenaba crudo.
Ojalá,
cuando empiece esta semana el cese unilateral al fuego que declararon las FARC,
por fin acabaran con estos ataques contra la infraestructura petrolera
colombiana. Además de amenazar las negociaciones frágiles en la Habana, estos
ataques también le han afectado gravemente a la industria petrolera colombiana,
la cual está pasando por su peor momento de los últimos 20 años.
En otra
noticia relacionada con el sector petrolero, los precios internacionales del
petróleo empezaron a estabilizarse
este martes gracias a una ligera caída en el valor del dólar. Los precios del
petróleo habían caído por un 10% en julio debido al acuerdo nuclear iraní y
preocupaciones sobre la economía en China y la Unión Europea.
En una
noticia relacionada con el sector minero, el periódico colombiano El
Espectador publicó un artículo sobre la zona de Santa Rosa de Osos, en el
norte del departamento de Antioquia. El desarrollo de este proyecto es lo más
cercano que tenga Colombia a un ejemplo de un verdadero proceso participativo,
en el que la comunidad local determine las condiciones bajo que ocurra la
minería en su zona. Construcción sobre la mina empezará en agosto, y la futura producción
de oro se proyecta en 50,000 onzas por año.
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