El principal obstáculo a que Perú explota su enorme potencial minera es la persistencia de los conflictos sociales entre comunidades locales y grandes empresas mineras. El conflicto más recien ha sido sobre el masivo proyecto minero con dueños chinos, llamado Las Bambas. Este lunes, el ministerio peruano de Energía y Minas anunció que iba a organizar nuevos Talleres Informacionales para discutir el Estudio de Impacto Ambiental del proyecto. Los talleres se realizarán en noviembre.
La principal causa de estos conflictos sociales es la falta de una comunicación efectiva entre el gobierno peruano y las empresas mineras de un lado, y las comunidades locales del otro. El gobierno y las mineras tienen que comunicar efectivamente los enormes beneficios que estos proyectos mineros pueden llevar a las comunidades locales. Ellos no deberían asumir que habría apoyo local por los proyectos, o que los beneficios de los enormes proyectos sean obvios. No se puede ignorar la importancia de una buena estrategia de comunicación.
Aunque la oposición local está impidiendo que avance el proyecto de Las Bambas, el proyecto minero Corani de la minera canadiense Bear Creek está retrasado por una falta de financiamiento. El proyecto de valor de $700 millones cuenta con el apoyo de las comunidades locales de Chacaconiza y Quelcaya en Puno, pero la construcción está retrasada por una falta de plata. Andrés Frano, vicepresidente de desarrollo corporativo con Bear Creek, explicó que la buena relación entre la empresa y la comunidad le ha facilitado a la empresa su búsqueda de inversión.
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