Esta
semana el gobierno peruano anunció
un paquete de estímulos con valor de US$1,600 millones para tratar de apoyar el
crecimiento económico del país, después de que la taza de crecimiento bajó a un
2.35% en el 2014. Jaime Reusche, un analista con Moody’s, le dijo a Reuters,
“La gran pregunta es si el sector privado sería capaz de responder a estas
medidas.” Desafortunadamente, el ministerio de haciendo prevé un crecimiento de
solo 1.5% para la inversión privada, muy por debajo de las predicción original
de 6%.
Aunque
se asume que la inversión privada aumentará, el ministerio peruano de haciendo
y de economía dice
que la inversión privada en el sector minero caerá por un 7% en el 2015, a más
o menos $8,000 millones. Dado el escándalo que se armó al nivel local y
nacional sobre el proyecto minero Tía María, el gobierno peruano debe estar
feliz de no haber perdido más inversión. Sin embargo, las figuras para el 2015
vienen de proyectos que llevan mucho tiempo de preparación. La preocupación
para los funcionarios peruanos es como mantener esta cartelera de futuros
proyectos.
En otra
noticia relacionada con la minería, Los Andes
publicó un editorial escrito por el antropólogo peruano Carlos Herz Sáenz que defiende
los protestantes llamados “anti mineros” y “anti inversión” por la prensa
peruana. Sáenz explique que estos protestantes solamente están pidiendo que los
derechos básicos de los peruanos que viven en las comunidades donde estos
proyectos se implementan, sean respetados. Él argumenta que solo quieren un
sistema básico de educación y salud,
para ser incluidos en el “sistema” que supuestamente están protestando en
contra.