La controversia sobre los dos derrames petroleros en la Amazonía peruana se ha aumentado poco a poco durante el último más. La petrolera estatal peruana Petro-Perú, el culpable por los derrames, ha manejado muy mal su respuesta a la crisis y sus comunicaciones sobre la crisis.
Este lunes, el actor Leonardo DiCaprio aumentó la controversia cuando utilizó su cuenta en Instagram para pedir públicamente al Perú que limpie los 3.000 barriles de petróleo. Este nivel de publicidad podría ser un desastre para los esfuerzos de Petro-Perú de demostrar que este totalmente en control de la situación. Este activismo saliendo de Hollywood podría traer más escrutinio internacional sobre un incidente que, hasta el momento, se ha reportado únicamente al nivel nacional.
El gobierno peruano declaró una emergencia sobre la calidad del agua en 16 comunidades indígenas como resultado del derrame. El gobierno recomendó que las comunidades no tomen el agua durante un mínimo de 60 días. Una miembra de dichas comunidades le dijo a Al Jazeera que su familia ya no puede comer pescado del río, y ya subsiste únicamente de plátanos y yuca.
Sin embargo, Petro-Perú todavía no sabe cómo comunicar sobre esta crisis. Victor Huarcaya, el líder del equipo de respuesta a emergencias de Petro-Perú parecía echarles la culpa a los víctimas indígenas por la crisis alimentaria: "Como Petro-Perú, decimos que está bien bañarse y puedes comer los peces, pero la población no nos confía porque no conocen el petróleo y su comportamiento." Por qué las comunidades locales les confiarían a las recomendaciones de Petro-Perú cuando la petrolera ya rompió esta confianza con sus derrames de 3.000 barriles de crudo?
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