A pesar de la severa crisis petrolera generada por el colapso en los precios mundiales del petróleo, la situación no ha sido totalmente un negativo para la industria petrolera colombiana: el sector ha disfrutado de una cesación parcial en ataques de guerrillas contra la infraestructura petrolera del país. Esto cambió este fin de semana, cuando el ELN bombeó en dos puntos el oleoducto petrolero Caño-Limón Covenas.
La petrolera estatal Ecopetrol le dijo a la prensa que había parado la operación del oleoducto mientras que se hagan los arreglos. Seeking Alpha mencionó que el oleoducto tiene la capacidad de transportar hasta 210,000 barriles de crudo por día, de los campos de Occidental Petroleum cerca de la frontera colombo-venezolana, hasta el puerto de Covenas.
En otra noticia, El Espectador reportó sobre el primer reporte de la Iniciativa de Transparencia de la Industria Extractiva (EITA), preparado en conjunto entre el gobierno, las empresas, y la sociedad civil. El artículo explicó que se había armado esta iniciativa para proveer un espacio para dialogo sobre la minería y el petróleo, unos de los temas que más polarizan el país.
Según Santiago Ángel Urdinola, presidente de la Asociación Colombiana de Minería, una de las principales lecciones de la EITI fue el progreso que ha hecho la DIAN, la dirección de aduanas y impuestos en Colombia, en recoger datos completos y de confianza sobre el sector extractivo del país. Aunque en algunos países, la brecha entre los ingresos reportados de las empresas y los del gobierno llega a un 40%, en Colombia, fue de sólo un 0,4%.
Al final, representa solo el primer paso de un largo proceso, y todos los actores están optimistas que la EITI llevará más transparencia al sector extractivo colombiano.
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